El Consejo Directivo de la Cooperativa Club Ancap desea en primer lugar enviar un cálido y fraternal saludo a todos los socios, amigos y lectores de este prestigioso medio con el cual hemos mantenido un contacto permanente en el transcurso del 2019 y estamos seguros que así será en este 2020.
Como siempre nos gusta empezar comunicándoles las novedades y buenas noticias. Recientemente hemos reabierto en nueva locación la sucursal de nuestra cooperativa en la ciudad de Las Piedras. Esto significa culminar con una etapa de la planificación propuesta para el año que finalizó. No debemos abundar sobre la importancia estratégica que tiene esta reapertura por el impacto que genera estar presentes en esta ciudad que en los últimos años para alegría de los uruguayos ha vuelto a revitalizarse en virtud de varios emprendimientos de todo tipo ya sean comerciales como el nuestro; culturales; sociales y deportivos. Por otra parte, próximamente contaremos con un nuevo local sobre Av. Del Libertador que posibilitará reestructurar Casa Central; de esa forma se ubicará en el nuevo local toda la administración y un show room para tienda, electrodomésticos, indumentaria y bazar entre otros. De esta forma, se podrá dotar de instalaciones más adecuadas para una propuesta comercial de cara al socio, con mayor espacio y comodidad. Como consecuencia de esta reubicación, Casa Central podrá reorganizar el supermercado y mantendrá allí el servicio de biblioteca.
El trabajo realizado desde la Cooperativa es una demostración objetiva que con el esfuerzo mancomunado de todos aquellos que componen la trilogía de socios, trabajadores y directivos, la economía social es posible, y sobre todo es viable y perdura en el tiempo.
Naturalmente estos hechos que son reafirmativos nos permiten hacer, como en la vida de una persona, un auto-examen y una valoración que abarca varios aspectos, entre ellos, los económicos, los sociales y fundamentalmente los ideológicos.
Permanentemente ya sea por un interés direccionado o como tantas otras veces por simple repetición, somos testigos del método de la errónea comunicación que se hace eco en variopintos ámbitos, de que el cooperativismo es una construcción que ha ido perimiendo en el tiempo. Aquellos que llevan décadas o casi toda su vida en el mundo cooperativo saben a que nos referimos.
En muchas oportunidades a la hora de hacer un análisis de la economía, a aquella que se asienta en valores solidarios y comunitarios, se la pretende presentar como ineficaz, como liviana y sin decoro por el hecho de que en ésta se encuentra la ausencia del lucro. Intencionalmente se promueve la paradoja de que el lucro es sinónimo de eficacia y que la economía social es una quimera o sueños que habitan en el mundo de la utopía.
Lo que más nos entristece es que hasta operadores parlamentarios en algunas ocasiones han tenido una visión semejante a la descripta y sin embargo la argumentación y sobre todo la demostración en hechos y cifras han evidenciado que ciertos argumentos no dejan de ser puras falacias.
También se debe reconocer que por la nobleza del sistema, los argumentos expuestos son tan contundentes que a aquellas personas que se presentaban en principio renuentes al modelo cooperativo, con el transcurso de los años en un proceso que podríamos llamar de transformación cultural, su visión se ha ido modificando a favor del reconocimiento de lo que implica la construcción y robustecimiento del sistema cooperativo en todas sus modalidades.
Fruto de lo que estamos exponiendo, la Ley 18.407 conocida como la Ley General de Cooperativas, es el marco normativo aprobado por consenso de todos los legisladores de los distintos partidos políticos, logrando un acuerdo histórico en la materia. Tal es así, que en las distintas actividades, sea congresos o encuentros de la Alianza Cooperativa Internacional y en particular el realizado en Montevideo, nuestra Ley de Sistema Cooperativo fue reconocida como un marco jurídico modelo por su alcance y por la profundidad del mismo.
No obstante, debemos advertir que por vaivenes coyunturales en más de una oportunidad todos los actores del sistema cooperativo hemos tenido que movilizarnos en su defensa.
La Cooperativa Club Ancap tiene planificado seguir avanzando en su política de inversión y expansión hacia el interior del país. Nuestra premisa es convertirnos cada día más en una cooperativa con concepto nacional y responder a las necesidades de los socios en cualquier punto de la república y a la vez generar la confianza, para que nuestros compatriotas verifiquen en cercanía que la modalidad cooperativa no especula en cuestiones financieras si no que invierte como un acto sincero, de demostración y sobre todo que los hechos se corresponden con las palabras y que las palabras responden a una idea.
Esta concepción no es nueva en nosotros, pero tomó un nuevo empuje en los últimos años a partir de la definición estratégica de que CCA debía dejar de ser una cooperativa de un sector de trabajadores de ANCAP solamente o de un barrio si se quiere, para ser una cooperativa de consumo para todos aquellos que la necesiten; tomando como pilar de la gestión al sexto principio cooperativo, la cooperación entre cooperativas.
Una de las consignas que nos hemos planteado en estos últimos años y replicado en todo nuestro colectivo, es la de proponernos desafíos, no locuras o inconsciencias, si no retos plausibles, estudiados y fundados, pero siempre una actividad que nos permita seguir avanzando ya que avanzar implica en cada paso una demostración de que otra economía es posible. Que una unidad productiva de consumo que compite con el comercio en general es posible y además exitosa y no precisamente por un afán de lucro que no sólo no posee ya que nuestra bandera no es el dividendo o la renta. En los hechos nuestra victoria es la superación constante y nuestro desarrollo se debe a un circuito virtuoso que permite crecer.
La cooperativa de consumo Club Ancap seguirá por este camino en este 2020, y nuestros objetivos se han planificado más allá de las variables económicas que siempre se nos presentan con un marco de imprecisión o de incertidumbre.
Si hubiésemos especulado para bailar al ritmo de los vaivenes del capitalismo nos desnaturalizaríamos. Obviamente que no somos ni ingenuos ni distraídos, pero no especulamos, no apostamos a la bolsa ni a instrumentos financieros o mercantilistas. Apostamos a que por más que se nos presenten situaciones ideales, donde hay lucro no hay respuesta adecuada para aquellos que viven de un salario, que cuando una tarjeta de crédito no tiene disponible una lacónica negativa surge, que el financista presta dinero y no llena el carro de alimentos. Es porque tenemos claro de dónde venimos que sabemos a dónde vamos y sabemos a ciencia cierta el camino a recorrer. Por estas razones cooperativa de consumo Club Ancap seguirá su desarrollo confiado en los ideales de los “Pioneros de Rochdale”
CONSEJO DIRECTIVO DE COOPERATIVA CLUB ANCAP
JUN
2020